Edificio administrativo.

Este proyecto lo obtuve por recomendación personal de Ricardo Bofill. El arquitecto Pancho Aiguavives había ganado el concurso del edificio que debía rematar la avenida central de la primera fase del barrio de Antigone. Sin embargo, el Ala Este de aquel monumental hemiciclo -edificada en un lenguaje moderno cercano al muro cortina- gustó tan poco a Bofill que no permitió completar la construcción a no ser que Aiguavives estuviese dispuesto a colaborar conmigo. Como Pancho era un viejo amigo, ambos estuvimos de acuerdo. El proyecto básico se desarrolló por completo en nuestro estudio, en el proyecto ejecutivo y en la dirección de obra la intervención de Pancho fue fundamental.

Adaptarme al lenguaje postmoderno de Antigone fue fácil. También un placer. Las ordenanzas eran estrictísimas, pero Ricardo aceptó que las desobedeciese en alguna cuestión (por ejemplo, se imponía que todas las carpinterías fueran de color blanco y las nuestras son azules con detalles en bronce).