Beligerante

Rafael Moneo. Arquitecto. Tudela, Navarra, 1937

 

Beligerante Oscar. Beligerante con todos pero también, y esto es lo más interesante, beligerante consigo mismo. Beligerante con todo y con todos. Beligerante con todo para no caer en lugares comunes, para no dejarse llevar por la opinión extendida, para no ser esclavo de la no-vedad o de la moda. Si el emperador está desnudo preciso es confesarlo sin reparar en las consecuencias. Me consta que Oscar ha pagado a veces un alto precio explorando el terreno contrario, aquel en el que le colocaba el rechazar los tópicos. Beligerante con todos para exigir a quienes están a su lado lo mejor de sí mismos. Extenuante tarea que da lugar a no pocos conflictos pero, sin duda, nada mejor puede pasarnos que tener junto a nosotros a alguien que no nos deje caer en la condescendencia. Beligerante consigo mismo, siempre me admiró lo mucho que Oscar ha luchado para ser quien es, para identificar lo que de verdad le place, lo que en realidad le atrae e interesa. Esta lealtad para consigo mismo, este respeto a lo más íntimo de su ser le ha costado romper con muchas cosas y con muchas gentes, pero también ha hecho que quienes valoramos tan singular conducta, su absoluta falta de doblez, nos complazcamos con su amistad.

Con Elías Torres y Rafa Moneo en el Museo Sorolla, 1976