



Polinax
Lluís Clotet
Trabajando en el estudio Correa-Milá surgió la preocupación por evitar los olores producidos en la cocina. Como no encontrábamos ningún aparato satisfactorio en el mercado, sin apenas tener ningún diseño en producción, nos atrevimos a idear una campana extractora de humos. Así creamos en 1967 -con la imprescindible ayuda de Leopoldo Milá- un primer prototipo para la empresa Polinax, un imposible invento de TBO del doctor Franz de Copenhague, con una guía metálica sujeta a la pared que permitía subir y bajar una campana de metacrilato transparente.
La inspiración provino del mundo de los laboratorios químicos: cajas de cristal con una obertura para manipular los experimentos y con un extractor de aire.
(Fuera de producción)