Exposición realizada para festejar el 75 aniversario del pintor Joan Miró. En Barcelona se llevó a cabo una serie de exposiciones y celebraciones tratando la parte aparentemente más infantil del pintor. Studio Per propuso al Colegio de Arquitectos de Cataluña dar otra versión más íntima del autor, mostrando su vertiente más atrevida, con referencias al sexo y a la violencia. Seguramente, la obra colectiva más memorable de Studio Per.

Desarrollamos el discurso en tres partes:

La primera (A), dedicada a su etapa de formación, hacía referencia a las vanguardias europeas que lo pudieron influenciar en aquellos años. Aparte de algunos originales mironianos de juventud utilizamos, obras, proyecciones, y documentos.

La segunda (B) quería expresar la ruptura que significó la Guerra Civil española y se desarrollaba en la escalera que comunicaba con la planta superior. Era un espacio agobiante, encerrado entre paneles de encofrados de madera como el resto de la muestra y con la proyección en bucle de escenas de la contienda con alguna obra mironiana intercalada. El ruido estentóreo de bombardeos y las imágenes distorsionadas por los espejos creaban una atmósfera inquietante.

En la última parte (C) se contraponía la obra mironiana reciente con su influencia en el mundo gráfico, publicitario e institucional (a menudo kitsch) contemporáneo.

Miró estuvo desde el principio de acuerdo en esta muestra alternativa y colaboró dejando diversos originales, además de implicarse personalmente pintando las vidrieras del propio Colegio de Arquitectos, en pleno barrio gótico, donde se exponía la muestra. Miró nos propuso a los cuatro miembros de Studio Per que pintásemos libremente utilizando cada uno un color que él había seleccionado del muestrario de la empresa Valentine; posteriormente, con una escoba y utilizando sólo el color negro, él fue transformando espectacularmente todo el mural.

La experiencia aparece en el film happening de Pere Portabella.