Aunque fue un concurso abierto François Burkhardt –director entonces de la revista Domus- propuso a varios diseñadores de prestigio que, en lugar de participar individualmente, creasen y dirigiesen un grupo de jóvenes profesionales formados en sus estudios. Pensé que para un proyecto así sería bueno crear un equipo con dos diseñadores “artistas” de mi confianza y dos “tecnológicos” de la confianza de Ramón Benedito. Así lo hicimos con óptimo resultado.

Nuestra propuesta para transformar el interior de un Boeing Business Jet para un uso privado fue extremadamente experimental. Propusimos un espacio fluido y flexible que se adaptaba a los diversos usos (trabajar, cocinar, comer, relajarse, asearse, dormir…). Una aportación interesante era que el espacio se transformaba cromáticamente de acuerdo con los paisajes que sobrevolaba. Cuando François Burkhardt me telefoneó personalmente para comunicarme que habíamos ganado el concurso nos llevamos una gran alegría. Conocíamos los nombres eminentes de los miembros del jurado pero aún ignorábamos los de los grandes diseñadores de todo el mundo con los que habíamos competido. El mérito de este éxito se debió principalmente a Ana Mir y a Emili Padrós.

Primer Premio Domus-BBJ 2000. Competition new ideas of BBJ interiors