Opinionado

Jorge Herralde. Editor. Barcelona, 1935

 

Neologismo spanglish, escuchado en México; aplicable a quien tiene muchas y muy propias y contundentes opiniones. Parece diseñado, pues, para Oscar Tusquets. Tomemos por ejemplo su propio nombre: lo correcto tipográficamente sería utilizar un acento agudo en la O, o grave si se lo quisieran catalanizar (¡qué horror!, diría Oscar). Pero ni una cosa ni otra, dictamina nuestro autor; la O pelada. Tuvimos un amago de discusión a este respecto al publicar en Anagrama uno de sus títulos. Y salió sin acento en la portada, claro, porque, si no, me quedaba sin libro, punto y aparte. Son opiniones a veces discutibles (o incluso, como en el caso citado, “más que discutibles”, por utilizar un título suyo) pero están expuestas siempre con radical vehemencia, corresponden a lo que Oscar piensa, sin concesiones. Y son también opiniones de amplio espectro, léanse sus amenísimos libros o escúchenle en alguna cena en que esté en vena (que son casi todas). Su sinceridad “ontológica”, inevitable, las hace particularmente atractivas en estos tiempos descreídos.