Xavier Rubert de Ventós. Filósofo y escritor. Barcelona, 1939

Hoy casi todo lo cultural resulta obvio, y cunde la consiguiente aburrición. A cantidad de artistas se les ve venir, se ve de qué van, les sale el mensaje por debajo de la camisa. El mundo se nos habría hecho ya totalmente previsible y redundante si muy de vez en cuando no surgiera, como las setas, un Oscar Tusquets que no hace, ni dice, ni inventa, ni habla como toca (de hecho, habla con un intolerable derroche de decibelios). A Oscar Tusquets nunca nos lo sabemos. Siempre nos sorprende con un trazo, un lienzo o una mirada a la vez cándida y maníaca, es decir, personal y creativa. Un trazo de Oscar puede llegar incluso a ser feo, pero no a ser fácil; una tesis suya puede ser falsa, pero no obvia. Él me ha enseñado muchos objetos, cuadros o edificios, pero sobre todo me ha enseñado a ver. Oscar ha diseñado también mi mirada.