Dichter, Es spricht der (Habla el poeta)

Georg-Christof Bertsch. Teórico del diseño. Seeheim-Jugenheim, Alemania, 1959

 

“Toma, lee” (tolle, lege!). Tusquets se ha inscrito esta exhortación de las Confesiones de San Agustín en la cara interna de la pared frontal, estoy convencido de ello. En la cara externa de la pared frontal escribió para todos nosotros: “¡Escucha estas palabras!”. Tiene mensajes verdaderos, principios sólidos, pero realiza sus interpretaciones de la situación sobre todo de forma intuitiva. A menudo habla con los ojos cerrados, un gesto que a primera vista puede parecer arrogante, pero que pronto se revela como un componente sustancial de su forma de pensar. / Johann Wolfgang von Goethe, según dicen, componía sus poesías de este modo. Un escribiente le acompañaba para anotar lo que formulaba sentado en el diván. Tusquets no escribe poesía, pero su forma de implicar a los demás en su concentración se asemeja a la sugestiva forma de trabajar de los poetas. / Cuando conversa en su Villa Andrea, a Tusquets le gusta sentarse en el sofá, extendiendo despreocupadamente un brazo sobre el respaldo. Con este gesto soberano indica que, de hecho, hablar resulta superfluo, que todo lo visible ha sido creado o reunido y dispuesto por él. A decir verdad, las cosas aquí hablan por sí mismas y, por tanto, por él. / Cuanta más belleza le rodea, menos necesidad tiene de hablar. El entorno creado por él, tanto si se trata de accesorios, cuadros o edificios elevados constituye pues un alivio vital para él, le quita la palabra. Por esta razón abandona su casa palatina sólo a disgusto. El estilo aristotélico-dialéctico de Tusquets, su percepción crítica de la belleza, que reflexiona sobre el cambio, me parecen modélicos; su forma de pensar y de hablar me parecen, por tanto, una verdadera composición poética.