Detectar el problema es parte de la solución. Este ha sido un eslogan constante en nuestra carrera. Uno de nuestros primeros diseños para B.D. fue el buzón a Sardinel. Habíamos detectado un problema: el creciente aumento de la correspondencia y la publicidad no tenía cabida en los exiguos buzones habituales en aquella época, que tampoco contemplaban la posibilidad de contener las revistas y diarios que comenzaban a ser distribuidos a domicilio.

Pero dar mayor capacidad a los buzones, manteniendo la habitual disposición apaisada del bloque, suponía llenar vanos inmensos de pared en edificios de numerosas viviendas; por ello surgió la idea de situar los buzones ordenados lateralmente, en sardinel, como se colocan los ladrillos, de canto. Un módulo alto, estrecho y profundo que, cual libro en la estantería, pueda conformar un bloque de servicio en el vestíbulo del edificio.

(Fuera de producción)