Casas
Casas se interesó por entrar en los asientos de salas de espera. Propuse filas de asientos, de 2 a 6 unidades, sobre dos apoyos, que podían rematarse en sus extremos con unas mesitas redondas. Estas mesitas terminales permitían giros en cualquier ángulo, lo que posibilitaba ir conformando diversas geometrías. El apoyo se realizaba sobre bases de fundición, sobre planchas dobladas en “V”, o sobre tubo de acero similar al que formaban los brazos, según el modelo. Estos pies sostenían un tubo de acero que soportaba los diversos asientos y las mesitas que quedan en voladizo, liberando el suelo, lo que facilita su limpieza.
Los asientos eran planchas dobladas en un perfil confortable, tapizadas, o perforadas si quedaban vistas.
(Fuera de producción)