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Cadaqués, Girona
Lluís Clotet
Santi Loperena
El amplio terreno que debíamos ordenar se encontraba en el límite del pueblo, parte del solar estaba considerado como zona urbana intensiva y parte como ciudad jardín extensiva.
Nuestro objetivo principal fue conservar, tanto como fuera posible, la silueta característica de Cadaqués. Desde el mar, el pueblo se nos presentaba como un compacto conjunto blanco –rematado en su parte más alta por el dominante volumen de la Iglesia– y situado en un anfiteatro –de oscuros muros de contención de piedra– que se escalonaban en las montañas. Nosotros opinábamos que respetar el criterio establecido para el núcleo urbano -pequeña escala, edificación siempre blanca, cubiertas siempre de teja árabe- podía ser contraproducente para la conservación de la imagen tradicional e icónica de Cadaqués cuando estás construcciones escapaban del pueblo y ascendían por la montaña.
La agrupación de toda le edificación en un solo conjunto nos pareció la mejor solución paisajista. El conjunto se ligaba a la trama del pueblo pero siguiendo fielmente las directrices de los muros de contención en franjas horizontales. Propusimos rematar el núcleo urbano con un volumen absolutamente horizontal, oscuro, de fachada vidriada, de cubierta plana ajardinada con vides; y así creábamos otro muro de contención de los que escalonan la montaña, en contraste absoluto con la arquitectura miniada, blanca, de ventanas pequeñas y con cubierta inclinada de tejas del núcleo urbano. Nos parecía un error diseminar chalets blancos por el anfiteatro rocoso.
Fotografías de Oriol Maspons y OTB