A mediados de los años treinta Salvador Dalí se interesó en representar “personajes invisibles”, o sea, personajes que dejaban su huella en sillones, sofás o camas pero a los que no podíamos ver.

    Dentro de esta serie de obras, el primer mueble que hemos interpretado es el sillón que aparece en la obra Singuralites.
 De acuerdo con la Fundación Gala-Salvador Dalí, atendiendo a la complejidad artesanal que exige este diseño y lo insólito del mismo, hemos decidido lanzar una edición limitada de veinte ejemplares.

    Solo la colaboración de los pocos –pero excelentes– artesanos que están aún entre nosotros nos permite hacer realidad estos soñados proyectos.
OTB