Nosotros hemos descubierto una utilización nueva del deployé a la que se adapta de forma idónea. Este material es elástico, fácil de curvar en un sentido y resistente en el otro, no tiene desperdicios de la chapa de hierro y es muy calado, lo que evita el calentamiento por el sol, permite un secado rapidísimo tras la lluvia y confiere al banco una gran transparencia, efecto que perseguíamos desde el inicio. También hemos introducido una libertad de la longitud total del banco, ya que puede crecer en módulos de un metro.

    "Lluís Clotet y Oscar Tusquets escribieron este texto en 1974 para la presentación del banco Catalano, firmaban como Studio Per y acababan de fundar BD. Aquellos jóvenes arquitectos diseñaron el Catalano cuando todavía no se había inventado la definición de mobiliario urbano. Podríamos afirmar que nació con él. El secreto de su éxito estaba en las virtudes del acero «déployé» y también en su perfil, ergonómico e insuperable, que adaptaron sabiamente del que Gaudí dibujó para el  famoso banco de trencadís del Park Güell.

     Antes de que Clotet y Tusquets proyectasen el Catalano los bancos eran clásicos y muy románticos, pero estéticamente estaban anclados en el pasado. Con el paso del tiempo el banco Catalano ha acabado por convertirse también en un clásico del diseño español. Parece que fue ayer cuando soplábamos las velas de su 25 aniversario y hoy son ya quince más. Hay pocas empresas en el mundo que puedan presumir de tener en su catálogo un diseño con una vida comercial tan longeva.

     Cuarenta años del banco Catalano. Queremos celebrarlo con un cambio de imagen que le anime a superar el medio siglo. Con alegría y color. El que Axalta Coating Systems ha desarrollado especialmente para la ocasión. Cuatro luminosos colores en tonos pastel para este Catalano 4.0, aplicados con pintura en polvo y un acabado texturado de máxima calidad, que le van a dar una nueva vida".

    Ramón Ubeda, BD Barcelona Design

    "Cuando acabamos de jugar con los cabos que visten y dulcifican el deployé y vimos sus extremos colgando libremente, nos dijimos: “¡Anda!, parece un diseño de los hermanos Campana”. De igual forma que, cuando terminé una silla que parecía mitad Gaudí mitad Mollino decidí llamarla Gaulino, y cuando Ingo Maurer terminó un libro con antena luminosa que se parecía muchísimo a mi Bib Luz decidió llamarlo Oskar, deberíamos llamar a esta versión del banco, Catalano Acampanado”.  

     OTB

En la última imagen, foto de los diseñadores en el 25º aniversario del banco.