Jipi Lamp, 1968

 

con Lluís Clotet

Producción: Bd Barcelona Design

(Fuera de producción)

Se trata de un juego irónico sobre la estética hippy, pero en versión hispana. Si para hacer el amor se tapa con un pañuelo la lámpara de la habitación, para lograr mayor intimidad, ¿por qué no hacer una luz directamente con esa idea? Cualquiera puede hacerla con unos elementos mínimos, basta una estructura de alambre, dos arcos sujetos en su cruce apoyados sobre unos pesos en su base, que son cuatro saquitos de arena. Sobre esta cúpula dejamos caer dos pañuelos: el primero, blanco, para difundir la luz, el segundo, decorado, para tamizar la luz y hacerla más íntima. Los pañuelos se compraban en mercadillos de segunda mano para asegurar la variedad de los modelos —“piezas únicas”— y abaratar el precio, pues los pañuelos siempre terminaban quemándose y había que reponerlos a menudo.

    Evidentemente este divertimento jamás llegó a la producción en serio ni en serie; no pasó de unas pocas unidades para los amigos y allegados, a pesar de figurar en el catálogo de la empresa B.D. Años más tarde Ingo Maurer sacaría al mercado una idea similar, un pañuelo unido a un portalámparas, pero esta vez con tejido incombustible.