Canoviana, 1996

 

(Fuera de producción)

Se trata de la típica consola clásica de recibidor pero revisitada. Apenas un pequeño sobre, suficiente para el teléfono, un jarrón o una lámpara; debajo, un par de cajones pensados para contener las llaves, pero suficientemente grandes para que quepa un listín telefónico. Y todo apoyado enfáticamente en una única pata, ondulada, exhibicionista, que se curva hacia dentro para sostener el conjunto, que va colgado de la pared. Algún detalle de marquetería firma artesanalmente la pieza.