El proyecto comenzó por un replanteo urbanístico de la manzana. En lugar de los tres bloques paralelos de 14 plantas previstos propusimos una edificación perimetral alineada a las calles que rodea una amplia plaza peatonal abierta a Suroeste. Éste es el mayor mérito del proyecto del que tuvimos la oportunidad de proyectar y finalizar el largo edificio situado a Noreste y, relativamente, la plaza. La profundidad edificable, fijada por nosotros, ha permitido situar en fachada todas las estancias de estar, comer y dormir. Baños y cocinas se agrupan alrededor de tres patios centrales que llegan hasta el amplio zaguán. De esta forma se consigue ventilación cruzada en la mayoría de las viviendas.